martes, 11 de septiembre de 2012

AQUI YA NO QUEDA NADA.

     Me hago eco de una entrada en la página web de Antonio Muñoz Molina, que luego copiaré más abajo y que habla sobre la llegada de dos personajes a Madrid y a Cataluña para promover casinos, hoteles y porque no decirlo, también putas.
     Doy título a la entrada como "aqui ya no queda nada" porque en ésta tierra bendita que algunos aún llamamos Comunitat Valenciana y que pronto dejará de serlo para llamarse como en los telediarios dicen El Levante español, ya no queda pasta para trincar ni a quien engañar pues esto es tierra quemada. La clase política a que la que llevamos aupando el poder desde el noventaytantos no tiene crédito ni moral ni mucho menos bancario para hacer ningún tipo de movimiento.
     Parques temáticos ruinosos, ciudades turísticas vacias, estudios de cine arruinados y eventos deportivos para salir en la foto y permitir que los pijeras de siempre puedan seguir con sus aficiones caras mientras las escuelas deportivas están bajo mínimos presupuestarios y las piscinas como la de Monforte del Cid tiene que cerrar pues no hay nadie que pueda mantenerla. Ese es el legado que años de gobierno de una panda de inútiles criados a la sombra de los colegios caros no han dejado en nuestro territorio. Aunque es curioso como la desesperación por carencia de ideas hace que la "Espe" y  "robocop"  Mas (no puedo evitar esa asociación de imágenes) se avengan a promover unos proyectos que en uno roza o cae directamente en lo ilegal y el otro viene abanderado por un empresario o lo que sea que fué el prototipo de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
     La entrada:

Su excelencia

Pues nada: ya tenemos Eurovegas en Madrid, y en Cataluña, para no ser menos, no sé cuántos parques temáticos, en los cuales anda mezclado ese empresario ejemplar, Enrique Bañuelos, que tanto tuvo que ver con todo lo que nos ha llevado a la ruina, la especulación, el clientelismo político, la burbuja inmobiliaria. Grandes alternativas a la crisis: juego, prostitución, recalificaciones de terrenos, políticos jugando la carta del populismo y arrodillándose frente a un magnate que ni se molesta en decirles en qué parte de la provincia de Madrid(perdón, la comunidad:la suma de todos) va a instalar su tinglado. Les ha dejado claro, eso sí, que no quiere sindicatos. El sindicato al que pertenece este señor es bastante conocido. Sale mucho en las películas. En Estados Unidos financió la precampaña del ultramontano Rick Santorum hasta que, dándose cuenta de que no iba a ganar,  le cortó el grifo del dinero y pasó a financiar a Romney. Ni sindicatos, ni impuestos, ha dicho el magnate. Las leyes se quedan en suspenso no vaya a ser que se enfade. Habrá que ver cuánto nos cuesta. No ha ido a ningún otro país europeo, ha venido al nuestro, lo cual ya es una prueba del papel que nos toca, y que nuestra chusma política prefiere para nosotros: los grandes patriotas de la españolidad nos convierten en una república bananera en Europa. ¿Y a éstos es a los que se les llena la boca con la palabra “excelencia”? Mientras, a los pobres les recortan las pensiones y a las mujeres la Seguridad Social deja de costearles las mamografías, y el dinero público que deja de gastarse en educación y en investigación científica va a subvencionar casinos, prostíbulos y parques temáticos.  Siento asco y vergüenza.

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